jueves, 2 de diciembre de 2010

HABLEMOS SIN TABÚ

EL SIDA Y SU HISTORIA
En 1981, investigadores clínicos de Nueva York y California observaron en hombres homosexuales jóvenes, que habían gozado previamente de buena salud, un inusual conjunto de enfermedades poco frecuentes, en particular Sarcoma de Kaposi (SK) e infecciones oportunistas como la neumonía Pneumocystis carinii, como también casos de linfoadenopatías inexplicables y persistentes. Pronto se hizo evidente que estos hombres tenían un déficit inmunológico común, que se traducía en una disminución del sistema inmunológico celular, con una pérdida significativa de células TCD4.
   Antes de desatarse la epidemia del SIDA, la incidencia anual en los Estados Unidos del Sarcoma de Kaposi era del 0.02 al 0.06 por cada 100 mil habitantes. Como agregado, una forma más agresiva del Sarcoma de Kaposi, que por lo general afectaba a individuos jóvenes, podía observarse en algunas regiones del África.
El hecho de que hubieran sido hombres homosexuales los primeros en contraer SIDA en los Estados Unidos, llevó a pensar que el estilo de vida homosexual se relacionaba directamente con la enfermedad. Esto fue desechado al observarse que el síndrome era común a distintos grupos: drogadictos endovenosos masculinos y femeninos; hemofílicos y quienes habían recibido transfusiones de sangre; mujeres cuyas parejas sexuales eran hombres bisexuales; quienes recibían productos derivados de la sangre y niños nacidos de madres con SIDA o con historia de drogadicción endovenosa.
Varios expertos en salud pública llegaron a la conclusión de que el conjunto de casos de SIDA y el hecho de darse en diversos grupos de riesgo sólo podía explicarse si el SIDA era originado por un agente infeccioso transmisible a la manera del virus de la hepatitis B: por contacto sexual, por inoculación de sangre o de hemoderivados y de la madre infectada a su hijo. Recién en 1986 el Comité de Taxonomía Viral rebautizó a los diversos virus (HTLV-1 y HTLV-II, LAV) con el nombre de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
El test serológicos (de sangre) desarrollados en 1984 ha permitido a los investigadores llegar a importantes conclusiones. Un análisis retrospectivo de suero obtenido a fines de la década del 70, por ejemplo, asociado a estudios sobre hepatitis B en Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, sugiere que el VIH ingresó en la población de los Estados Unidos en algún momento de fines de los años 70.

Aún hoy es una incógnita la pregunta por el origen del virus VIH, causa del SIDA. Diversas teorías se han expuesto al respecto, pero aún no contamos con una respuesta acabada.
Una de estas teorías plantea que el VIH proviene de la sangre de chimpancés cazados por seres humanos y que se transmitió al hombre a principios de siglo. Esta teoría, publicada en febrero de 1998 ganó un amplio consenso entre numerosos científicos.
Otra teoría que se encuentra fuera del alcance de la capacidad científica, incluso en la actualidad, es que el VIH fue desarrollado como parte de un programa de armas químicas por algún gobierno.
También se ha pensado que el VIH es sólo un acompañante del SIDA, que es causado por las drogas intravenosas y los contactos sexuales anales, ayudado por otras drogas reactivas. Esta teoría fue desvirtuada por las personas pertenecientes a los denominados "grupos de riesgo" que no contraen el SIDA: se ha encontrado que poseen resistencia genética al VIH.
Totalmente desvirtuada es la teoría según la cual el VIH es una forma mutada de la fiebre porcina originada en Haití. Se ha comprobado que el VIH no se relaciona con la fiebre porcina.
La pregunta no tiene aún su respuesta. Pero nuevas teorías surgen. Y hoy la pregunta es si la epidemia del SIDA pudo ser activada por investigadores de la poliomielitis en las ex colonias belgas en África. ¿Se transmitió el SIDA de monos a seres humanos a través de una vacuna contaminada contra la poliomielitis?
Cada especie de virus busca su medio natural donde vivir y desarrollarse.
El virus del SIDA puede hospedarse en la:
·         Sangre
·         En las secreciones del aparato genital del hombre (semen)
·         En las secreciones de aparato genital de la mujer (vagina)
·         En la leche materna,
·         En la saliva,
·         En la orina y demás líquidos corporales.
Sin embargo, el contagio sólo es por:
·         Sangre con sangre,
·         Sangre con semen,
·         Semen con fluido vaginal,
·         De madre a hijo durante el embarazo, el parto, o durante la lactancia.
La vía sexual es la más habitual forma de contagio (75% de los casos).El HIV necesita entrar en el cuerpo para que se produzca la infección. Los fluidos sexuales provienen del pene de un hombre o de la vagina de una mujer, sea antes de, durante o después del orgasmo. Las pautas del sexo más seguro son modos de reducir el riesgo de transmitir el VIH durante la actividad sexual.
Las prácticas seguras no ofrecen ningún riesgo de transmisión del VIH. La abstinencia (nunca tener relaciones sexuales) es totalmente segura. El sexo con un solo compañero es seguro si ninguno de los dos está infectado y si nunca tienen sexo con nadie más.
· PRÁCTICAS INSEGURAS ð El sexo inseguro tiene un riesgo alto de transmitir el VIH. El más riesgoso es cuando la sangre o los fluidos sexuales tocan las áreas suaves, húmedas (las membranas mucosas) dentro del recto, vagina, boca, nariz o punta del pene. Estos pueden dañarse fácilmente lo que facilita la entrada del VIH al cuerpo. El contacto sexual vaginal o rectal sin protección es muy inseguro. Los fluidos sexuales entran en el cuerpo y dondequiera que el pene del hombre penetre puede causar rasguños pequeños que aumentan el riesgo de infección por el VIH. El compañero receptivo, probablemente tiene más riesgo de ser infectado aunque el VIH podría entrar en el pene, sobre todo si tiene cualquier herida abierta o si hay contacto durante mucho tiempo con la sangre o los fluidos vaginales infectados por VIH.
· PRÁCTICAS MÁS SEGURAS ð La mayoría de las prácticas sexuales lleva algún riesgo de transmitir el VIH. Para reducir el riesgo es necesario tomar ciertas precauciones.
· PREVENCION ð En la relación sexual el uso de preservativos es la forma más efectiva de evitar el contagio del virus y de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS): sífilis, gonorrea, herpes, etc. Sin embargo, el uso incorrecto de los preservativos conspira contra su efectividad. Usar correctamente un preservativo es la mejor forma de prevención mecánica de todo contagio.
El preservativo, profiláctico, o condón, fue inventado por el Sr. J.W. Condón en Inglaterra para prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS), llamadas también: Venéreas. Previene también el embarazo y no causa riesgo o daño. Es una vagina de látex que cubre el pene, e impide el intercambio de semen con los fluidos vaginales.
El preservativo debe usarse desde el comienzo mismo de la relación sexual, cualquiera sea el tipo de práctica que se trate: vaginal, anal o bucal. El preservativo debe colocarse después de la erección. Al colocarlo debe dejarse en la punta un espacio de 1cm. libre, sujetándolo con los dedos para expulsar el aire, y luego deslizarlo por completo hasta la base del pene. Al concluir el acto sexual y retirar el pene, debe sujetarse el preservativo desde su base anillada para evitar todo derrame de semen. Debe impedirse todo contacto de los fluidos corporales entre miembros de la pareja.
Recomendaciones: el preservativo no debe exponerse al calor; no debe lubricarse con sustancias aceitosas porque éstas deterioran el látex haciéndolo permeable. La lubricación debe hacerse con cremas solubles en agua; debe usarse sólo una vez, y desecharse.
También puede usarse un preservativo femenino para proteger la vagina o el recto durante el sexo (en la Argentina aún no se comercializa).Es un preservativo acondicionado con dos anillos uno grande y uno pequeño que lo ayudan a mantener fuera de la vagina. Si bien este preservativo ha sido aprobado para usarlo en prevención del VIH y las ETS en sexo vaginal, pero no ha sido aprobado para prevenir la transmisión del VIH y otras ETS en el uso anal. Es necesario tener en cuenta que el preservativo masculino y el femenino no deben usarse simultáneamente ya que se salen de lugar.
La responsabilidad por el uso del preservativo estuvo antiguamente reservada al hombre. Sin embargo, la defensa de la salud y de la vida no puede ni debe estar reservada sólo al hombre. Las mujeres tienen el deber y el derecho de protegerse y proteger a su pareja.
En la Argentina desde el año 1993 el Ministerio de Salud de la Nación a través de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología), las propiedades físicas de los preservativos, realiza inspecciones periódicas a las empresas y publica los nombres de aquellos cuya venta se autoriza. De este modo debe verificarse que en el envase figure la fecha de vencimiento y la autorización del Ministerio de Salud, además la caja que los contiene debe incluir un folleto en castellano explicando su uso.
¿Qué sucede si ambas personas están ya infectadas? Algunas personas ya infectadas por el VIH no ven la necesidad de seguir las pautas del sexo más seguro con otras personas también infectadas. Sin embargo, es razonable protegerse. Si las personas ya infectadas no se protegen se exponen así a infecciones como herpes o sífilis, y estas enfermedades pueden ser muy serias. También puede ser posible "reinfectarse" con una versión diferente de HIV o con VIH ya resistente a algunos medicamentos antivirales.
 ¿Sexo entre mujeres y VIH?
La transmisión del VIH entre mujeres no suele ser habitual. Sin embargo, se han reportado casos de transmisión del VIH entre mujeres como también el riesgo fundamentado de transmisión del VIH de mujeres a hombres, lo cual indica que las secreciones vaginales y la sangre menstrual son potencialmente infecciosa y que la exposición de las membranas mucosas a estas secreciones puede conducir potencialmente a la infección por VIH.
Hasta diciembre de 1998, se han reportado en los Estados Unidos 109.311 casos de mujeres con SIDA. De estas, 2.220 tuvieron contacto sexual con mujeres. Sin embargo, la gran mayoría corrió otros riesgos (tales como compartir jeringas, contactos sexuales con hombres de alto riesgo, o recibieron sangre o productos que contenían sangre).
Las mujeres con SIDA cuyo único riesgo reportado es él haber tenido contacto sexual inicialmente con mujeres, tienen alta prioridad en el seguimiento de las investigaciones. Hasta diciembre de 1998, ninguna de estas investigaciones había confirmado la transmisión del VIH entre mujeres, ya sea porque se identificaron otros riesgos o debido a que muchas mujeres se negaron a ser entrevistadas.
¿Cuáles son las conductas que ponen en riesgo de infección por VIH a las mujeres que tienen contacto sexual con mujeres (MSM)? Se han llevado a cabo investigaciones sobre conductas de riesgo de mujeres que tienen contacto sexual con mujeres. Estas investigaciones han sido por lo general muestreos convenientes de esta clase de contacto sexual que difieren en calidad, localización, y definición del propio contacto. Como resultado, los hallazgos no pueden generalizarse a todas las poblaciones de esta clase. Estas investigaciones sugieren que algunos grupos de MSM tiene relativamente altos índices de conductas de alto riesgo, tales como compartir jeringas y contacto sexual sin protección vaginal con hombres gays/bisexuales y drogadictos endovenosos.
A pesar de que la transmisión de mujer a mujer del VIH es aparentemente rara, el contacto sexual entre mujeres puede considerarse un medio de transmisión posible entre MSM. Estas mujeres deben saber:
*      ð Que la exposición de la membrana mucosa, por ejemplo la boca (especialmente tejido no intacto) a secreciones vaginales y sangre menstrual es potencialmente infecciosa, en particular durante la infección por VIH temprana y tardía, cuando la cantidad de virus en sangre se presume alta.
*      ð Que los preservativos deben utilizarse consistente y correctamente. Cada vez en el contacto sexual con hombres o con aparatos sexuales. Estos no deben ser compartidos.
*      ð Su propio status y el de su pareja en relación con el VIH. Este conocimiento permite a las mujeres no infectadas iniciar y mantener cambios en la conducta que reducen el riesgo de infectarse. Para aquellas mujeres infectadas, puede ayudar a comenzar un tratamiento temprano, evitando infectar a otros.
 La posición de la Iglesia frente al SIDA y La Discriminación
"La Iglesia debería abrir sus puertas a todos, en forma incondicional, tal como Cristo abrió la puerta a todos, sin tener en cuenta quienes eran o lo que habían hecho. La salvación es dada a todos por gracia, a través de la fe, y no por causa de hechos o comportamientos. Al aceptar a todos, Cristo dio acceso a su perdón y a la nueva vida. Hoy, en su Iglesia, recibimos esta vida nueva por medio de la Palabra y los sacramentos. Al excluir a alguno de esta fuente de vida, la Iglesia se hace culpable de la más grave forma de discriminación que existe.
La difusión del SIDA depende de realidades culturales, sociales y económicas. La Iglesia debería cuestionar seriamente su propio papel en el desarrollo que facilito la difusión de la enfermedad, y desafiar a sus propios miembros y a la sociedad para tomar medidas que eliminen actitudes de discriminación y acciones prevalentes en la sociedad.
Discriminación.
La discriminación tiene muchas facetas:
·         Inadecuado cuidado profesional para las personas que son VIH positivos;
·         Estigmatización y aislamiento de la familia, del contexto social, de la comunidad y de la Iglesia;
·         Pérdida del empleo
·         Violencia física y/o psicológica contra personas de orientación homosexual, prostituidos y drogadictos;
·         Restricciones de viajes;
·         Presiones familiares y sociales sobre lo que brindan ayuda para que no cuiden a las personas infectadas con el VIH;
·         Negativa a brindar cuidados sanitarios básicos y seguros de vida o salud;
·         Registros obligatorios;
·         Rechazo a brindar alojamiento;
·         Actitud negativa para brindar acceso a la educación, especialmente a los niños;
·         Análisis obligatorios sin consentimiento; "chivos expiatorios";
·         Exclusión de personas, tales como refugiados y estudiantes procedentes de áreas altamente endémicas.
Las estructuras socioeconómicas en el mundo promueven la pobreza de ciertas comunidades y grupos, haciendo más vulnerables a la difusión del SIDA a aquellos que no tienen privilegios. La lucha contra el SIDA es por lo tanto una lucha contra la pobreza, el analfabetismo, la prostitución, la drogadicción y todas las formas de desigualdad social. La falta de información tendenciosa también contribuye a la discriminación.
Efectos de la Discriminación
La discriminación afecta profundamente a las personas. Ella conduce a la perdida de autoestima, a sentimientos de culpa y vergüenza. A menudo las personas con SIDA se apartan por sí mismas de la asistencia que necesitan debido al temor a reacciones negativas de los otros. El aislamiento aumenta el sentimiento de "ser el único con SIDA". Ansiedad, depresión y suicidio pueden ser los resultados.
Las personas afectadas por el SIDA necesitan ser aceptadas por la Iglesia y conducidas, junto con todas sus emociones, al descubrimiento de su dignidad como creadas a la imagen de Dios.
La Iglesia debería sostener y cuidar a aquellas que se están ocupando de las personas con SIDA, para brindarles fuerzas y coraje para continuar su ministerio.
*      En el nivel individual:
*      En el nivel comunitario:
La discriminación de ciertos grupos lo obliga a esconderse. La comunicación, el contacto y la existencia llegan a ser difíciles y la transmisión del VIH se facilita. La discriminación de las personas infectadas por el VIH es un obstáculo serio en la lucha para combatir la transmisión de la enfermedad. La Iglesia tiene la especial responsabilidad de reconocer estos grupos discriminados y sus necesidades.
La Iglesia debe poner de manifiesto las acciones discriminatorias y desafiar a sus miembros, a la comunidad y al gobierno de información y que están altamente expuestos a la pandemia."
En resumen, se ve claramente cómo la Iglesia reconoce el problema actual de la "tercera epidemia", lo analiza e inicia planes de acción para erradicar la discriminación, ayudando a quienes padecen la enfermedad, y condenando a aquellos que están involucrados en el acto discriminatorio
Formas De Comportamiento Ante Personas Con SIDA
Es un tema sumamente delicado y complejo, el de cómo tratar a una persona con el virus del SIDA. La mayoría de las personas, frente a la situación de tener un amigo o familiar infectado, reaccionan de manera errónea; juzgándolos, hostigándolos con preguntas al principio, y abandonándolos en la soledad después. Esto ocurre por diferentes causas antes nombradas, como el prejuicio, el miedo y la falta de información. Por ende, es muy importante conocer bien la enfermedad, saber su forma de actuar, su modo de contagio, qué se puede hacer y qué no. También es muy importante referirse a las personas con el virus de manera adecuada, utilizando los términos correctos, que no contengan ninguna clase de tono despectivo.
Es por eso que a continuación, exponemos tres textos que cubren la información básica y el comportamiento correcto y humano que debe tener una persona si tiene la indeseable oportunidad de poseer un conocido con SIDA.
Los NO de la infección: comportamientos que no contagian el SIDA
El virus NO se encuentra en los cabellos. Por ello no hay riesgo de infección:
·         Al usar el mismo peine, el mismo shampoo
·         Al usar el mismo gorro de baño
·         Al acariciar la cabeza de un infectado.
El virus NO se encuentra exteriormente en la piel. Por lo tanto, no hay riesgo de infección:
·         Al dar la mano
·         Al abrazar
·         Al besar
·         Por usar la misma ropa
·         Por sentarse en el mismo inodoro, la misma silla
·         Por usar la misma ducha, jabón, toalla
·         Al palpar, percutir, bañar o cambiar de ropa a un paciente.
El virus NO se transmite por saliva, si lo hiciese, el estornudo contagiaría y ya estaríamos casi todos infectados. Entonces, no hay riesgo de infección:
·         Al toser
·         Al estornudar
·         Al beber del mismo vaso
·         Al tomar mate de la misma bombilla
·         Al compartir un cáliz en una comunión de pan y vino
·         Por el beso de boca a boca.
El virus NO es transmitido por insectos. Por eso no hay infección:
·         Por picadura de mosquitos, vinchucas, etc.
El virus NO afecta animales. Por eso no hay riesgo de infección:
·         Por jugar o poseer animales domésticos
·         Por comer carne mal cocida.
En resumen, la convivencia con una persona con SIDA es totalmente posible, por lo cual no existe razón alguna para el abandono o el aislamiento, o la aportación de la persona infectada.
Las personas con SIDA son enfermas porque padecen perdida de la salud como una realidad de las consecuencias de su propia vida, y no por transgresiones que deben ser penalizadas.


 

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